Al adquirir una vivienda o iniciar la construcción de una, uno de los primeros aspectos que deben tener en cuenta es el tipo de sistema de calefacción del que dispone o el que van a instalar para poder mantener una temperatura adecuada durante las temporadas frías. Es importante que cuenten con el sistema de calefacción adecuado, puesto que en invierno estos suelen representar hasta un 50 por ciento del consumo de energía en los hogares. En las zonas donde los inviernos son muy fríos, el mejor sistema de calefacción son las calderas.
Beneficios de las calderas
El contar con una caldera como sistema de calefacción central tiene muchos beneficios, como la optimización de la producción de calor, ya que se cuenta con una fuente única de calor que puede climatizar toda la vivienda. Si se utiliza en un edificio, se puede calentar todo el edificio o un bloque en específico.
Cuando son instaladas en edificios se convierten en una instalación comunitaria, por lo que no es necesario que cada vecino cuente con su caldera propia, lo que disminuye la inversión necesaria para contar con un sistema de calefacción. De igual manera el precio del mantenimiento y los gastos del combustible o energía que consuma la caldera se dividirá entre todos los vecinos, por lo que los costos son mucho menores en comparación con contar con una caldera individual.
Existen varios tipos de calderas entre las que pueden elegir para diseñar un sistema de calefacción central. En caso de ser para una sola vivienda, ustedes pueden elegir la mejor, pero en el caso de ser para un edificio dependerá de si existe un solo dueño o son varios. Al momento de elegir el tipo de caldera que se adapte a sus necesidades tienen que tener en cuenta varios factores. Por ejemplo, el periodo de calefacción cuando se realiza el encendido y el apagado.
Para el caso de los edificios, el costo de la caldera es otro factor que deben tener en cuenta, puesto que el porcentaje que aporte cada vecino debe ser proporcional a los metros cuadrados de su vivienda, ya que de eso dependerá la cantidad de energía que consuma cuando esté en funcionamiento, independientemente que llegue más o menos calor a cada vivienda.
Cuando se usa un modelo de calefacción comunitario, lo mejor es optar por la instalación de válvulas termostáticas en los radiadores, lo que permite regular la temperatura de manera individual por cada vivienda. También se puede optar por calentadores que permitan determinar cuanta energía ha consumido cada vecino y que paguen únicamente lo correspondiente.
Tipos de calderas de calefacción central
Estos sistemas de calefacción se pueden clasificar de dos maneras, la primera clasificación es de acuerdo con el tipo de combustible que utilizan, los más comunes son los de gasoil, gas natural, biomasa, geotermia, los solares, energía eléctrica, entro otros. Cada uno tiene una eficiencia distinta y puede representar mayor o menor gasto en los combustibles.
Entre las de combustible fósil, las de gas natural son las consideradas de mayor rendimiento energético y las más económicas, puesto que el consumo de combustible es menor. Además, tienen la ventaja de que no necesitan un espacio para el almacenamiento del combustible, ya que llega hasta la caldera a través de las tuberías de gas natural. La segunda clasificación es por su método de funcionamiento. Dentro de esta clasificación encontramos los siguientes tipos de caldera:
- Caldera atmosférica. Son las más simples y antiguas, por lo que ya casi están en desuso. Toman el aire de la habitación para realizar la combustión, por lo que no está permitido instalarlas en baños ni habitaciones de dormitorio. Se ven influenciadas por las condiciones atmosféricas, como el viento y la lluvia.
- Caldera estanca. Cuentan con un tubo de salida de gases que le permite aspirar el aire exterior y expulsar los humos por el mismo tubo. Gracias a su diseño es más segura, y puede ser instalada en cualquier habitación. Para la evacuación de gases dispone de un extractor. Las condiciones atmosféricas cómo el viento o la lluvia prácticamente no afectan su correcto funcionamiento.
- Caldera simple. Se alimentan de un solo circuito de calefacción. Aunque también pueden montarse depósitos de acumulación para obtención de agua caliente para los baños y regadera.
- Caldera mixta. Son las calderas que ya vienen preparadas con dos circuitos, uno para calefacción y otro para agua caliente.
- Caldera con microacumulación. Permite que el agua que sale de la caldera siempre esté caliente, lo que evita cambios bruscos de temperatura al momento de arrancar. Para ello cuenta con un pequeño depósito de agua que se mantiene siempre caliente. Durante los primeros segundos de funcionamiento de la caldera el agua se mezcla con la del depósito, y así se logra que siempre salga caliente.
- Caldera con acumulación. Es una caldera convencional a la que se le acopla un depósito acumulador de agua de 40 a 60 litros que se mantiene siempre caliente. Es la más adecuada para viviendas con varios cuartos de baño y que se requiere un caudal de agua muy importante.
- Caldera de condensación. Aumenta el rendimiento de la caldera gracias a la recuperación del calor de condensación de los gases de combustión. Los gases de combustión tienen un porcentaje importante de vapor de agua, que al ser condensados desprenden calor que es aprovechado nuevamente por la caldera. Este sistema permite un máximo aprovechamiento de la energía representando un ahorro significativo. Necesita de un tubo de desagüe que recoge el agua de condensación.
Una caldera requiere de la instalación de cierta infraestructura para su adecuado funcionamiento, por lo que suelen requerir una inversión considerable, pero a largo plazo representan la mejor opción de un sistema de calefacción en hogares muy grandes y edificios.
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