Reconstruir superficies arriostradas y áreas de corrosión por medio de soldaduras en el calentador de agua industrial
Uno de los desafíos recurrentes al momento de hacer reparaciones en equipos de caldeamiento, son las zonas de las chapas, que conforman parte importante de la estructura de tales sistemas. El abombamiento sucede porque la chapa de virola se sobrecalienta, pudiendo afectar seriamente la espesura de la misma chapa, aunque con sus respectivos grados, por lo que es necesario identificar la magnitud del daño, antes de pensar en cortar y reemplazar toda una pieza.
Por otro lado, una ampolla se produce por la filtración de escorias previamente creadas en el proceso de laminación, en el momento que la chapa se moldeó durante el mismo laminado. Como mencionamos, hay que checar porque es probable que no todo el espesor haya sufrido daños por esos fenómenos.
Ampollas y abombamientos son sucesos comunes en las calderas, y como tal, tienen que ser reparadas. Cuando el abombamiento de la chapa se expande más del dos por cien de extensión, entonces podemos dejar pasar ese imprevisto, siempre y cuando dicha superficie metálica no esté muy quemada.
Las ampollas tampoco necesitarán una reparación siempre y cuando no reduzca su volumen más allá del porcentaje del nuevo grosor, con respecto al porcentaje original de la soldadura longitudinal que une los metales.
Esta clase de detalles estructurales suelen acarrear interrogantes, que mejor deben ser contestadas por expertos en calentadores de agua industriales, ya sea por medio de directrices otorgadas por los mismos, o que ellos tomen las riendas de la situación. Sobre todo en situaciones cuyas protuberancias se expandan a lo largo de ciertas medidas con respecto a sus propias longitudes, pero donde las chapas no han sufrido quemaduras o roturas de relevancia.
Una de las prácticas más comunes para la reparación de hundimientos en superficies metálicas de boiler industriales, es el calentamiento de estas abolladuras, para luego golpear sus alrededores con un buen martillo; los golpeteos deben ser precisos en sus áreas circundantes, yendo poco a poco hacia su centro, hasta que el metal vuelva a su forma normal, con una superficie plana.
Las chapas desde su origen pueden sufrir ampollas por las impurezas que eventualmente separan a esta de la virola. Cuando estas chapas no sufren quemaduras serias, entonces es posible hacer un parchado de lámina; si el abombamiento del sistema de calentadores de agua industrial es extenso, habrá que reducirlo o más bien, cortarse y aparejarse con un enderezado en dicha sección de la superficie metálica.
Hay que checar muy bien todos esos materiales que rodean a la zona de abombamiento; si todo está normal, la presión del boiler industrial tiene que disminuir hasta adecuarse al grosor de la parte supuestamente afectada. En caso de que las presiones no cesen, entonces toda la sección dañada con las ampollas se cortará, eliminará y sustituirá por un parche de chapa con excelente soldadura, para que así se disminuyan las tensiones térmicas.
Cuando hablamos de ampollas que superan los 200mm, es necesaria una radiografía en la soldadura. Ya teniendo los 
resultados, se establecerá una prueba de presión hidrostática que sobrepase el límite estipulado, hasta en 1,5 veces. El inspector y soldador profesional constatarán y ejecutarán las prácticas necesarias.
Las chapas de calderas que poseen corrosión se podrán reconstruir satisfactoriamente soldando las tuberías que funcionan como riostras. Solamente hay que eliminar esos conductos que poseen corrosión. Después de la reparación, se ubica la nueva tubería, no sin antes reafirmar los orificios.
Asimismo, para soldar las placas tubulares y las superficies arriostradas, las áreas de corrosión no deben superar el grosor de las chapas con respecto a los grosores originales, también asegurándonos que las áreas dañadas no posean una corrosión que ponga en riesgo la seguridad del sistema de calentadores de agua industriales. Para ejecutar esta clase de reparaciones, el inspector en turno tiene que corroborar dichas prácticas.
