Un calentador de gas de agua brinda múltiples beneficios, como una gran ayuda en la cocina o más comodidad al ducharse. Por ello, lo que menos se quiere al momento de usarlos, es que exista algún mal funcionamiento en el equipo, que cause que este no cumpla con su función, que es el proporcionar agua a temperatura caliente. Así que, al ser capaz de observar alguna avería en el equipo de calentamiento de agua a gas, es posible acudir a un profesional de inmediato para que lo revise y, así, aporte un diagnóstico y solución efectiva.
¿Qué averías se pueden presentar en un calentador de gas de agua?
Estos equipos pueden presentar ciertas fallas, debido a distintas causas, como las siguientes:
Obstrucción en la salida de gas
Si bien este no representa una falla a nivel físico del equipo, puede ser común presentar este tipo de problemas. Esta obstrucción puede ser observada, ya que se apaga el gas de forma irregular, luego de unos minutos de estar encendido. Esto sucede, debido a que, el sensor de seguridad se enciende producto del calor que se encuentra almacenado. Se trata de sensores que pueden detectar alguna falla, por lo que, procederá a apagar la salida de gas.
Es necesario realizar un chequeo al tubo de salida, para descartar que se encuentre obstruido. Luego de comprobarlo, si está en correcto estado, los apagados se deben a que posiblemente la fuerza de gas, se encuentra a un nivel mayor del que es adecuado. Por lo que el agua caliente puede alcanzar temperaturas muy elevadas.
En consecuencia, la acumulación de calor que se crea, causa que los sensores de seguridad se activen. Por otro lado, cuando es encendido, pero el fuego resulta ser mínimo, el agua no logrará calentar correctamente. Cuando se tiene una presión adecuada, la falla puede estar en la membrana, y esta puede encontrarse deteriorada, evitando que proporcione una presión correcta hacia la válvula.
Problemas con el chicle
En cuanto a fallas en estos calentadores de gas, la causa de muchas averías puede deberse al chicle, lo cual se puede observar de múltiples maneras. Como primer paso, se procede a abrir la llave del gas y ver que salte la chispa, pero que no llegue a encender. Cuando se trata de un calentador con llama piloto, lo que puede ser es que el chicle se encuentre sucio.
Antes de buscar al profesional para que lo repare, es necesario chequear que la bombona posea suficiente gas, así como que, la llave de gas esté debidamente abierta y, que esté activado el regulador. Así que, si la chispa salta y no enciende, la falla está en el gas. Esta situación es muy común en las viviendas.
Otro problema común resulta presentarse, en el momento en que se mantiene pulsado el botón para la llama piloto, cuando este es liberado la llama no sigue encendida. Es posible que esté sucio el chicle, esto produce que la llama sea diminuta y, por ello, al liberar el botón pulsado, no alcanza a dar con el termopar, por eso se apaga.
En algunos casos, es el termopar que se encuentre dañado, por tanto, la válvula es cerrada aún con la llama. Esta falla se puede reparar si se posee un cierto nivel de conocimiento en el tema, de lo contrario, es mejor buscar al técnico.
No hay control en el encendido ni apagado
Esto puede ser debido a la membrana del calentador, que responde de manera incorrecta y avisa que el agua está pasando, por lo que se activa de forma automática la salida de gas. Este tipo de contratiempos, deben ser reparados lo más pronto posible, ya que la salida continua y puede producir accidentes.
Tuberías tapadas
En general, mediante el flujo de agua, es posible que ciertos elementos se queden y, por tanto, se acumulen con el tiempo. Esta resulta ser una de las razones por las que el agua no fluye de manera correcta, por el equipo.
Ruidos incómodos
Este tipo de equipos, en su mayoría, son muy silenciosos, de forma que, al percibir algunos ruidos fuera de lo común, es señal de que alguna de las partes puede estar deteriorada o dañada, y está rozando con otro elemento causando más daños.
Falta o exceso de presión
El agua fría que entra, debe tener la presión adecuada al entrar por el calentador para permitir que su temperatura sea cambiada. Si esta es excesiva, el agua no podrá llegar a calentarse. Por el contrario, si la presión es poca, el agua no puede fluir correctamente.
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