El funcionamiento de nuestros boilers, calderas o sistema calefactores usan desde el punto de vista termodinámico el intercambio de calor. Los especialistas con el pasar del tiempo buscan nuevas formas de que esta conducción calorífica cada vez sea más eficiente. El gasto energético aumenta cada vez más alrededor del planeta, y es obvio porque nosotros necesitamos hacer uso de los diferentes sistemas y dispositivos para mejorar nuestra calidad de vida, ya sea en el uso de la calefacción en las temporadas invernales, o para usar nuestras calderas de manera personal o hasta industrial.
Acumuladores ACS y sus tipos
Es preponderante que nosotros también empezamos a estar conscientes de las nuevas formas que nos ayuden a economizar el uso del gas o la electricidad, por ello vamos a hablar acerca de los acumuladores A.C.S y sus tipos.
Para que haya un intercambio de calor, es decir que un cuerpo adquiera energía mientras el otro la pierde, es trascendental que exista una diferenciación radical entre ambos objetos. Posteriormente cuando se acudan a la primera y segunda ley de la termodinámica, los procesos de para refrigerar y de calefacción, sobre todo cuando podamos constituir un acumulador ACS en su funcionamiento.
Ahora hablemos de los tipos de acumuladores, que se dividen en dos clases: directos e indirectos, dicha clasificación depende en gran medida de la fuente de energía disponible.
Acumuladores eléctricos y de gas
Acumuladores eléctricos y de gas.- Pueden poseer una resistencia o un quemador, los especialistas ven a este tipo de acumulador como no muy buena opción en caso de requerir grandes cantidades de transferencia de calor, ya que son de baja potencia; si las demandas de calor para calefactores o calderas son constantes, entonces no servirán de mucho y hay que esperar un tiempo para que se restablezca.
Acumuladores indirectos
Acumuladores indirectos, depósitos inter acumuladores.- Este sistema requerirá de un intercambiador adicional externo para su funcionamiento y se tendrá que conectar. Sin duda esta clase de aparatos tienen una gran ventaja y es que prácticamente pueden satisfacer altas y prolongadas demandas de calor para todo tipo de aplicaciones. Su eficiencia se verá aún más mejorada con un adecuado intercambiador y la fuente de calor más funcional.
¿Cómo elegir el adecuado intercambiador de calor para calderas y calefacción?
Como ya se ha mencionado, un inter acumulador es fundamental, y se pueden elegir de dos clases: inter acumulador de doble pared o inter acumulador de serpentín. Básicamente la diferencia o referencia entre estos dos es la capa de aislamiento que determina la transferencia de calor. Por ejemplo el de serpentín tiene propiedades de convección libre más efectivas, ya que tiene un roce directo con el agua que se va a calentar, situación diferente al de doble pared, que al estar su centro geométrico alejado del área de intercambio, el fluido caliente no correrá adecuadamente. Otro factor que no es favorable para los intercambiadores de doble pared es que precisarán de un contenedor grande para agua en el primer circuito, ya que la ser de serpentín, solicitará una gran energía para el calentamiento del líquido.
El coeficiente de transmisión global de energía calorífica es otro elemento a considerar para la adquisición de un intercambiador, para eso se tiene que tomar mucho en cuenta la configuración geométrica del dispositivo. Es trascendental asesorarse con un especialista en aparatos y sistemas que trabajen mediante acumuladores.
Desde luego que los materiales también son de gran importancia. Un buen intercambiador está compuesto o manufacturado ya sea por acero inoxidable, acero esmaltado o cobre. Este último elemento es el que se ha venido trabajando más actualmente, ya que como es bien sabido, posee propiedades conductoras térmicas mayores que las aleaciones antes mencionadas, aunque claro, posiblemente las primeras dos posean otro tipo de características únicas.
En el próximo artículo detallaremos la manera en la que se debe elegir un acumulador ACS para aplicaciones de calefacción, agua caliente entre otros, factores como la corrosión, incrustación, entre otros.