Factores que afectan al boiler en la circulación del agua
En el artículo anterior, “Aspectos a considerar para elegir el acumulador A.C.S. indicado para calderas y calefacción (Primera parte)”, recalcamos la importancia de elegir el acumulador adecuado para el equipo de caldeamiento, que en definitiva será esencial para optimizar el consumo de energía en cualquier tipo de aplicaciones industriales o para el uso simple de agua caliente diario.
Asimismo hablamos de los tipos de corrosión que pueden sufrir los acumuladores, como la corrosión galvánica, inter cristalina, por piquetes y por tensión. También mencionamos la incrustación, que es un proceso en la que los residuos derivados del calentamiento del agua se pueden aglomerar con facilidad y sedimentarse en el fondo del tanque, lo cual implica un desgaste seguro y un pronto daño por parte del mismo, relativamente hablando. Ahora continuaremos describiendo esos factores que pueden llegar a dañar nuestras calderas si no tenemos el mínimo cuidado.
Causas que intervienen en la calidad del agua.
Cantidad de pH.- Si el pH del agua resulta baja, quiere decir que sus iones de hidrógeno son muchos, y por lo tanto la presencia de acidez en el líquido será una realidad, llegando a disolver los metales a tal grado que el tanque del calentador se verá afectado significativamente. Es de suma importancia poner atención en este factor y equilibrar el pH del agua al momento de que se presente una disminución.
Grado hidrotimétrico.- Significa el grado de dureza del agua, de acuerdo al contenido de magnesio y calcio, su medida se basa en dH o grados alemanes. Por ejemplo, se denominan aguas duras cuando se exceden los 10 dH, lo cual acareará problemas porque se presentarán problemas de sedimentación por las elevadas temperaturas. Si existe un rango de 5 a 10 dH significa aguas semiduras, con lo cual se producirán capas de protección encima de la superficie del agua al entrar en contacto. Por último están las aguas blandas con valores que van desde el 0 hasta los 2 dH, con lo cual hay ausencia de capa protectora en la superficie del agua; el CO2 (dióxido de carbono) combinado con el agua atacará al metal.
CO2.- El dióxido de carbono volverá peligrosa el agua para los metales, cuando se el mismo se combine con cierta cantidad de pH, y elementos como calcio y magnesio, que determinan la dureza del agua. De ser así, dicho ácido carbónico representa un peligro para el boiler en determinado lapso de tiempo.
Hierro.- Las cantidades de hierro debido a las altas temperaturas es algo implícito dentro del sistema de boiler industrial y acumuladores, se caracteriza por colorar de amarillo el agua; 0,2 mg/l son suficientes para tal efecto. Asimismo la aparición de manchas y la acumulación del mismo hierro tanto en coladas como en conductores del líquido y acumuladores, pueden poner en riesgo el funcionamiento de todo el sistema, por ello hay que cuidar ese detalle.
Manganeso y cloruros.- El primero se convierte en una amenaza parecida al hierro, la diferencia es que surgirán cantidades pequeñas de metal, está demás decir el riesgo que esto representa. Por otro lado, la cantidad de cloruros que sobrepasen 100 mg/l significará un auténtico problema para el acero inoxidable, sin duda el agua se tornará agresiva.
Conducción.- La conductividad se medirá de acuerdo a la cantidad de sulfatos y sales en el agua.
Todo lo anterior se tiene que inspeccionar en periodos de tiempo establecidos por las mismas normas de la empresa, en gran medida que se haga de manera oportuna y precisa, así se podrán prevenir fallas ocasionadas por la deficiente calidad del agua de la caldera. En el siguiente artículo detallaremos los sistemas de protección más eficientes para evitar los agentes corrosivos en acumuladores y demás elementos.