Las posibilidades de aumentos de presión y corrosiones en metales como juntas y empaques son latentes, por no estar
al pendiente de estos detalles, que invariablemente inciden en todo un sistema de calderas. En ese sentido, es primordial detectar estas posibles fallas con antelación, con detalles que pueden ser perceptibles y atajables.
Los orificios de mano son juntas que suelen estar conectadas por medio de empaquetaduras, y es común que las mismas se ablanden cuando se calientan, provocando un incremento de presión en el sistema. Por ello, es fundamental hacer un reajuste de las tuercas con el perillo de sujeción. Si estos reajustes no se ejecutan de forma gradual, es posible que los trabajadores en el sistema de caldeamiento sufran algunas abrasiones por el efecto del vapor caliente, que se fuga por dichas aberturas.
Las fugas en las empaquetaduras del boiler industrial pueden ocasionar corrosión cuando no se controlan. Esto hará que la chapa disminuya en su espesor, por lo que se requerirán de muchos gastos en reparaciones; estas fugas tienen que corregirse rápidamente.
En cuanto a los anillos de orificios de mano, es posible que contraigan ciertos daños en sus bordes exteriores por la corrosión; hay que reforzarlos cuanto antes. Solo hay que asegurarnos de que el anillo elíptico coincida favorablemente con la chapa en cuanto a su grosor, la cual dicho sea de paso, deberá soldarse a la otra chapa de la abertura del metal sólido. En esta área, las chapas que estén endebles debido a presiones y corrosiones antes mencionadas, tendrán que
ser cortadas y eliminadas, con el fin de poder ubicar un refuerzo de soldadura eléctrica en la saliente del orificio. Para que estas áreas de aberturas estén libres de futuras corrosiones, es necesario afirmar y mantener la empaquetadura contra fugas.
El arriostramiento es otro tema serio, ya que involucran tornillos de seguridad y de arriostras. Entre estos dos objetos, se pueden presentar fugas importantes, las cuales deberán ser reparadas bajo el asesoramiento de una autoridad específica. Estas riostras se descomponen desde adentro de la caldera, por lo que es imperativo un pronto reemplazo de dichos tirantes por otros más nuevos y seguros.
No es posible hacer una soldadura de estas riostras en sus alrededores para la detención de fugas, en ese sentido, dichas cabezas tienen que cerrarse en sus junturas para que las fugas sean inmediatamente eliminadas. En caso de que estas sigan persistiendo, entonces es muy probable que la chapa del boiler industrial está carcomida por la corrosión. Se deben arreglar esas chapas para que el metal no siga contrayendo daños a su estructura, siempre teniendo en cuenta el reemplazo de los tirantes de arriostramiento. En caso de que la chapa metálica posea una corrosión importante (del 50 por 100) del grosor original, entonces hay que cortar toda la sección dañada, para luego parchar esa zona con una chapa.
El inspector de calderas es el que a final de cuentas determinará si los tirantes de arriostramiento roscados pueden reemplazarse con riostras soldadas. Todo dependerá del estado de las chapas adyacentes, en cuanto al adelgazamiento de su grosor. Es fundamental revisar el estado de estos componentes, para que no ocurra un incidente en el área de calentador de agua en una vivienda.
Chapas con ampollas para el hogar, se pueden cambiar siempre y cuando las riostras se retiren de la caldera. Este es un proceso que podría resultar algo costoso, incluso más que comprar un nuevo sistema de calentamiento. Las abrazaderas y refuerzos que son diferentes a los tornillos del sistema, se suelen quebrar por su largo, por lo que inciden en su flexibilidad. Si estos elementos se rompen, nunca hay que intentar una reparación, sino un reemplazo de los mismos, en su totalidad.
