Los avances en ciencia y tecnología han hecho la vida del hombre actual muy cómoda. Hoy en día existen aparatos con modos de funcionamiento altamente sofisticados que nos facilitan prácticamente cualquier tarea y un gran número de hogares en todo el mundo están equipados con dispositivos de lo más diversos que se pueden programar para ponerse en funcionamiento de manera automática, como un calefactor o un calentador de agua. Por si esto fuera poco, muchos equipos de televisión, computadoras e incluso refrigeradores, se pueden sincronizar con nuestro teléfono celular a través de aplicaciones de fácil uso, por lo que además de tener siempre el control de su funcionamiento en nuestra mano, podemos monitorearlos y detectar oportunamente cualquier falla que lleguen a presentar.
Impacto de la tecnología domótica
Existe una amplia gama de posibilidades, sin embargo, todos estos aparatos presentan un alto consumo de energía, lo que tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente. Si bien, muchos fabricantes últimamente han comenzado a incluir tecnologías de ahorro de energía, para poder mantener en funcionamiento y sincronizados los equipos, que en su mayoría utilizan electricidad, es necesario que estén encendidos o en modo de espera, en el que aunque presentan un consumo energético más bajo, tiene que estar conectados para poder responder en caso de que vía remota se pida su puesta en funcionamiento. Esto sumado a que, con el fin de hacer mucho más cómoda y sencilla la operación en establecimientos públicos, así como en hogares, se han instalado sistemas que permiten la conexión de diversos aparatos que tiene que trabajar simultáneamente y a que cada vez se utilizan más aparatos, el consumo eléctrico llega a ser bastante alto.
Cómo reducir el consumo energético
Como una alternativa para reducir el consumo energético se puede optar por emplear equipos que funcionan con energía solar o instalar sistemas fotovoltaicos que conectados a la red eléctrica suministran la electricidad necesaria a partir del aprovechamiento de la radiación solar, o sistemas eólicos que transforman la energía cinética del viento en electricidad. El desarrollo de este tipo de tecnologías responde a la necesidad del aprovechamiento responsable de los recursos naturales y de encontrar otras vías para satisfacer las demandas energéticas de la población sin que ello suponga un daño para el ambiente. Estos sistemas modernos permiten reducir el consumo de electricidad y la cantidad de compuestos que se liberan a la atmósfera por la combustión de gases que utilizan muchos aparatos para funcionar, como es el caso del calentador de agua y las estufas.
Los sistemas de producción y aprovechamiento de energía han permitido desarrollar una tecnología que permite que las instalaciones de un hogar o un establecimiento público o privado puedan contar con las comodidades que ofrece la automatización de las funciones de aparatos y sistemas sin que esto represente altos consumos de energía. Es decir, ofrece comodidad al tiempo que es amigable con el ambiente. Esta tecnología es llamada domótica y, aunque en un inicio estaba enfocada al uso integrado de los diferentes aparatos que se utilizan para proporcionar servicios de cualquier tipo en una vivienda o establecimiento público, haciendo de éstos mucho más fáciles de utilizar y cómodos, hoy en día su alcance se ha ampliado y si se incorporan los sistemas adecuados, es una excelente opción ecológica.
En términos generales, la tecnología domótica permite la comunicación entre los diferentes aparatos que se encuentran en un edificio para que actúen como una unidad. Para hacer esto posible es necesario dotarlos con capacidades de comunicación y son las señales de radio de alta frecuencia el medio más utilizado para establecer la comunicación hacia el interior y exterior, especialmente el Wi-Fi y Bluetooth, o bien, se hace uso controladores lógicos programables (PLC) o de la misma red eléctrica. Este tipo de tecnología recoge información de sensores o entradas y emite órdenes para controlar los equipos conectados al sistema, es fácil de instalar y utilizar y contribuye a hacer más funcional el espacio en el que se instale, ya sea una vivienda o establecimiento comercial o empresarial.
Ventajas de la tecnología domótica
El uso de la tecnología domótica permite el ahorro energético pues facilita la gestión de la iluminación, climatización, la salida de agua caliente de un calentador de agua para uso sanitario, la salida de agua para el riego y el uso de electrodomésticos. Esto es posible porque permite crear ambientes predeterminados para que, por ejemplo, a cierta hora del día la iluminación y temperatura de un lugar se configuren dependiendo de las condiciones de clima y luz natural. Otra de las ventajas de la domótica es que ofrece accesibilidad a las personas con discapacidades para que puedan controlar sin ninguna dificultad las instalaciones, además de ofrecer la posibilidad de un servicio de teleasistencia en caso de ser requerido. La tecnología domótica representa también un elemento que fortalece la seguridad del espacio ya que permite el monitoreo del estado de los aparatos conectados, de manera que se pueden disparar los cierres automáticos de los equipos y suspensión de servicio para evitar que se presenten siniestros. Si cuentan con alarmas se puede detectar el riesgo de incendios, inundaciones, fallas en el suministro eléctrico, fugas de gas y otros problemas que afecten la seguridad y salud de las personas y que puedan dañar las instalaciones.
La instalación de la tecnología domótica puede tener un coste elevado, pero gracias a que permite un control sobre el uso de recursos y a que es posible darle aplicaciones ecológicas en viviendas autosustentables, cada vez son más las personas que deciden adoptarla en sus hogares, pues a la larga la inversión se recupera por el ahorro en consumo de electricidad y gas que representa su uso. Esto sin mencionar que permite tener una vida mucho más cómoda y sencilla.
