Ya hemos mencionado la importancia de las aminas neutralizadoras para el sistema de caldeamiento, donde juegan un papel fundamental para la anticorrosión de los metales y demás elementos del boiler. Asimismo hablamos del primado y sus consecuencias en las líneas de boiler; enfatizamos la importancia de no sobrealimentar nuestros tanques, de mantener siempre y de manera equilibrada los niveles de agua, y en general, seguir las recomendaciones fundamentales en las redes de boiler.
Problemas de espumado en el sistema de caldeamiento
Uno de los problemas químicos más recurrentes en los boiler es el espumado, y realmente es muy molesto, ya que en muchos casos, la película superficial del agua se ve afectada debido a las burbujas de calor provenientes de un agua tensionada, llevando a un crecimiento excesivo de la misma, a tal grado de generar un derramamiento por los tanques. Hay que recordar que tanto material orgánico, como aglomeración de sólidos, son catalizadores de las tensiones superficiales y sus elevaciones repentinas.
¿Qué se puede hacer para equilibrar los niveles de concentración en la caldera?
Para evitar el espumado originado de elevadas concentraciones que sobrepasan los límites establecidos, es primordial realizar las purgas necesarias, con su debido control de lo que ello implica; precisamente las comprobaciones por períodos nos ayudarán a prever los posibles problemas de espumado que se pueden generar, y así, actuar conforme al plan establecido. Los instrumentos a emplear para las mediciones son:
• Medidores de conductividad, que son fundamentales para medir el valor de conductividad del agua y su temperatura, ya sea corriente o pura; así se determinarán las cantidades de sales disueltas o materias sólidas en el agua de caldera.
• Hidrómetros calibrados. Éstos sirven para medir densidades en el agua de boiler, así como sus concentraciones de líquidos que están disueltos en la misma.
Esencialmente, el espumado incide directamente en dos conceptos químicos, uno es en la calidad del vapor, y otro es en el contenido de humedad de vapor. Para ser más precisos y claros, el arrastre y primado son consecuencia del espumado en el sistema de boiler.
Cuando el espumado se encuentra más allá de la prevención, ahora lo que queda es corregir el mismo, ¿cómo? Básicamente existen dos métodos para reprimir al espumado:
1.- Utilizar la purga superficial para eliminar poco a poco el espumado artificial.
2.- Balancear los niveles de sal disueltas en el agua. No olvidemos que altos niveles de sales contribuyen enormemente al espumado; tampoco dejemos fuera los efectos de la sobresaturación de alcalinidad.
Los puntos anteriores sirven para eliminar de manera superficial dichas concentraciones. Sin embargo, para erradicar elevadísimas concentraciones, entonces tendremos que emplear purgas de fondo; una vez hecha la purga, procederemos a alimentar de nuevo la caldera con agua para diluir remanentes de concentración, hasta que se llegue a los niveles adecuados.
En caso de que ocurra una pérdida en los condensadores o en el retorno de condensado, se aconseja diseñar un adecuado sistema químico, siempre teniendo en cuenta las dosis de dichos tratamientos; esto servirá para estar seguros en el equilibrio o balance de los mismos.
La función e importancia de los agentes antiespumantes en el boiler
Los agentes antiespumantes sirven para hacer una adecuación óptima de los procesos en muchos sistemas de caldeamiento industrial y comercial. El aumento de arrastre y espumado va muy relacionado con la elevada alcalinidad o la cantidad de sólidos disueltos en agua.
La adición de los agentes químicos, más la elevación de la temperatura en el agua, eliminan el espumado en el agua de caldera, al distorsionar su efecto cohesivo y disminuyendo su capacidad de arrastre.
Cuando el boiler funcione por arriba de los 800-900 psi, nunca se recomendará usar tratamientos químicos, ya que solo aumentaría la presencia de sólidos en el agua. Por otro lado, si está debajo de tales valores, entonces se podrán utilizar poliamidas, poliglicoles y siliconas.