La vida cotidiana de la mayoría de personas está llena de acciones y tareas que realizamos de manera automática e inconsciente, pues se trata de hábitos, costumbres y conductas que adquirimos desde niños con base en la repetición constante, en el seguimiento de reglas e incluso algunas creencias populares.
El lavado de manos
El lavado de manos es una de esas tareas automáticas que realizamos diariamente e incluso varias veces en el día, pues desde pequeños hemos aprendido que se trata de una acción fundamental y básica para nuestra higiene personal y que nos ayuda a tener una buena imagen ante los otros y a evitar infecciones y enfermedades, por lo que es una acción que realizamos sin cuestionar su efectividad y verdadera funcionalidad.
Por fortuna, las mentes curiosas que trabajan en la ciencia sí cuestionan este tipo de acciones y precisamente por esta curiosidad científica es que hoy podemos conocer un poco más sobre la verdadera efectividad del lavado de manos, específicamente cuando se realiza con agua caliente, una práctica muy común durante temporadas de temperaturas bajas, en la cocina, en algunos establecimientos de comida e incluso muchas personas lo realizan de manera cotidiana por costumbre.
De entrada se puede decir que calentar el agua con la que nos lavamos las manos no es ni tan perjudicial ni tan benéfico como muchas personas creen y como muchos de nosotros aprendimos en nuestra infancia.
Agua caliente para eliminar las bacterias y gérmenes
Las dos creencias, casi mitos, más grandes a este respecto son completamente opuestas: la primera creencia indica que calentar este líquido y utilizarlo para lavar nuestras manos es necesario para matar o eliminar las bacterias, gérmenes y otros microorganismos que se encuentran en nuestras manos, cosa que no se puede lograr si el agua está fría. Por otra parte, la segunda creencia indica que calentar agua para lavar nuestras manos, sobre todo si la temperatura ambiente es baja y nuestras manos están frías, es un factor que provoca la aparición de artritis en las manos.
Estas dos creencias son las más comunes al respecto y por ello la ciencia se ha ocupado de realizar varios estudios para conocer los efectos que el lavado de manos con agua a diferentes temperaturas y en diferentes condiciones ambientales tienen en nuestras manos y si estos efectos son buenos o malos para ellas. Cabe mencionar que no se trata de un único estudio, sino de las investigaciones realizadas por diferentes instituciones académicas, de salud y ecológicas reconocidas a nivel mundial y en diferentes campos de estudio.
Entonces, ¿el agua caliente es efectiva para eliminar gérmenes y bacterias en nuestras manos? La respuesta concreta es sí, pues son muy pocos los organismos vivientes en el planeta que soportan las altas temperaturas, sin embargo, para que esto sea posible tenemos que utilizar agua a una temperatura superior a los 55°C, que es la temperatura mínima requerida para matar a los gérmenes menos resistentes. No obstante, como se puede suponer, esta temperatura resulta también demasiado alta para nuestras manos, por lo que también nos provocaría quemaduras y escaldaría nuestra piel.
Debido a lo anterior, para que el agua que utilizamos para lavar nuestras manos no produzca quemaduras no debe superar los 45°C, pero a este nivel de temperatura difícilmente eliminaría gérmenes, además de que aun así existe la posibilidad de provocar resequedad en nuestras manos, sobre todo si nuestra piel es muy sensible.
Los diversos estudios realizados por diferentes instituciones coinciden entonces en que agua fría, tibia o caliente, entre los 5°C y los 40°C es igual de efectiva para el lavado de manos, pues las acciones verdaderamente efectivas para la eliminación de suciedad, gérmenes, bacterias y otros elementos indeseados en nuestras manos son frotar, enjuagar y secar adecuadamente las manos, acciones incluso más efectivas que el uso de jabón, espuma o gel desinfectante.
Por supuesto, si el agua está demasiado fría puede entumecer nuestras manos por un periodo prolongado; por el contrario, si está demasiado caliente puede escaldar la piel, provocar quemaduras, resequedad e irritación en la piel y en casos extremos incluso dañar la capa exterior de la piel, remover el manto graso y hacer nuestras manos susceptibles a contraer infecciones.
Por lo tanto, utilizar agua caliente (que no supere los 40°C), tibia o a temperatura ambiente es la mejor opción para lavar nuestras manos de manera efectiva y sin afectar nuestra piel.
La segunda pregunta es: ¿es cierto que lavar nuestras manos con agua que hemos calentado provoca artritis? Definitivamente no. Diversas investigaciones médicas han demostrado que el cambio brusco de temperatura en las manos o cualquier otra parte del cuerpo no es un factor que provoque el padecimiento de artritis, de hecho, como parte de la terapia de recuperación es común aplicar apósitos calientes o remojar y lavar las manos con agua tibia o caliente, pues esto es bastante favorecedor para los pacientes.
No calentar el agua para el lavado de manos
Sin embargo, sigue siendo recomendable no calentar el agua para el lavado de manos o por lo menos no hacerlo demasiado, pues aunque no provoca la presencia de este padecimiento, sí puede provocar los efectos contraproducentes que ya hemos mencionado.
Es necesario agregar que uno de estos estudios fue realizado por una prestigiosa institución dedicada al cuidado del medio ambiente y entre sus resultados destaca el hecho de que calentar el agua para lavar las manos es también dañino para el medio ambiente, pues este procedimiento produce más de 6 millones de toneladas de CO2, que es emitido al ambiente cada año, lo cual es bastante perjudicial, sobre todo para la capa de ozono.
Como conclusión, podemos decir que utilizar agua caliente para lavar nuestras manos no es bueno ni malo, siempre y cuando el nivel de temperatura no sea muy alto, pero dado que los resultados son muy similares al lavado con agua fría o tibia, es recomendable no calentar el agua y ahorrar esa energía para actividades, tareas o procesos en los que calentar este elemento sí es fundamental.