Las plantas son altamente sensibles a las variaciones de temperatura y durante el invierno, si no se les dan los cuidados necesarios, podrían sufrir severos daños e incluso morir. Especialmente en regiones donde la temperatura desciende cerca de los 0°C, las plantas pueden sufrir de quemaduras por frío si se encuentran a la intemperie y no cuentan con calentadores para exteriores u otros medios para elevar la temperatura y contrarrestar los efectos que el frío pueda tener sobre sus tejidos.
En producción agrícola se emplean diferentes métodos, tanto activos como pasivos para mitigar los efectos del frío, particularmente de las heladas, para evitar que los tejidos vegetales se congelen ocasionando daños irreversibles en la producción. Si bien, estos métodos requieren de infraestructura especializada y aplicar alguno en nuestro hogar podría ser muy costoso, existen maneras efectivas para proteger a las plantas que tenemos en casa cuando el frío es muy intenso y a continuación te hablaremos de ellas.
La primera recomendación para mantener las plantas en invierno es elegir especies que se adapten bien al tipo de clima de la región en la que vivimos. Como sabemos, cada planta requiere de condiciones de luz, humedad y temperatura específicas y para garantizar su sobrevivencia es importante que el espacio en el que las coloquemos cuente con esas condiciones básicas, ya sea de manera natural o con el apoyo de equipo especializado. Al elegir las plantas no sólo tenemos que considerar el tipo de clima al momento de comprar la especie, sino también las variaciones que se presentan a lo largo del año, de esta manera podremos determinar si las plantas tienen que estar al interior o bien, pueden colocarse en el jardín o azotea, o si requerirán de un invernadero para resistir la temporada de frío o de más calor en el año.
Tal y como ocurre en la producción agrícola, las heladas son el principal enemigo de las platas que tenemos en nuestro jardín y azotea y para protegerlas es conveniente moverlas de lugar colocándolas cerca a las paredes pues esto les ayudará a conservar el calor. En caso de que las plantas no se encuentren en macetas y no puedan trasladarse a un sitio donde gocen de mayor protección, colocarles una cubierta plástica es una buena alternativa, sobretodo cuando las bajas temperaturas vienen acompañadas de lluvia. Las cubiertas siempre tienen que ser de materiales que permitan el paso de la luz solar para que la planta reciba la luz suficiente para llevar a cabo el proceso fotosintético.
Si los fuertes vientos son otro factor que afecta a las plantas se pueden colocar, además de cubiertas, mallas en los laterales para reducir la acción del viento y en las plantas más vulnerables, cubrir los tallos con una capa de paja les brindará mayor protección. Es importante mencionar que, aunque notemos que el frío sólo proviene del aire, también se transmite por el suelo y en el caso de que las plantas se encuentren en macetas colocadas directamente sobre éste, se recomienda moverlas a un material poroso, como madera, esto hará que el frío del suelo les afecte lo menos posible.
Instalar calentadores para exteriores puede ser una excelente opción para elevar la temperatura en azoteas y jardines y gracias a que son equipos fáciles de usar y cuentan con sistemas de apagado automático si llegan a caerse, su uso es bastante seguro. Aunque estos equipos puedan aportar calor a las plantas no se recomienda que se coloquen muy cerca de ellas pues una temperatura muy elevada también puede dañar los tejidos vegetales, sobretodo en especies altamente sensibles a las variaciones de temperatura.
El riego es un factor que debe modificarse en la temporada de invierno, tanto en cantidad como en frecuencia. Lo recomendable es que se le aporte a las plantas sólo la cantidad mínima necesaria durante la época de frío pues las bajas temperaturas pueden hacer que las raíces sufran severos daños, e incluso se pudran por exceso de humedad. Verificar que el drenaje de macetas y jardineras esté funcionando correctamente es de suma importancia y a toda costa se deben evitar encharcamientos pues la acumulación de agua disminuye aún más la temperatura y como ya mencionamos, daña las raíces. Con la finalidad de darle una protección adicional a las plantas, antes de que comience la temporada invernal se recomienda renovar la tierra y añadirle una capa de sustrato, lo que evitará sobretodo que las raíces se dañen y le proporcionará a la planta los nutrientes necesarios para resistir al frío.
Las anteriores son en su mayoría recomendaciones para cuidar las plantas en exteriores durante la época de frío pero también las plantas que se encuentran al interior requieren de atenciones especiales. Es bastante común que para conservar una temperatura agradable al interior de la casa se ponga en funcionamiento un calefactor que, a menos de que se trate de uno hidrónico, seca el aire. La falta de humedad en el aire es el factor que más puede dañar a las plantas para interiores en invierno y para contrarrestar este problema se recomienda usar humidificadores que incrementan el nivel de vapor de agua en el aire. En ningún caso resulta conveniente compensar la falta de humedad en el ambiente con mayor riego de la planta pues esto provoca los problemas que ya hemos mencionado.
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