El impacto de la generación energética para sus diferentes usos cada vez tiene más impacto económico y ecológico, aunque es verdad que la auto sustentabilidad ha venido a favorecer a la sociedad, también es cierto que el consumo energético sigue siendo un tópico importante en cualquier agenda gubernamental.
Es trascendental que los que están a cargo de los servicios de energía en edificios o la misma comunidad que habitan departamentos o casas, tengan un conocimiento básico en cuanto a la utilización eficiente de sus instalaciones para calefacción central y otros usos de la energía.
Los sistemas que están en una determinada instalación se deben adaptar a las nuevas tecnologías, para que haya una eficiencia energética, esto para llevar una adecuada gestión de toda instalación, solo así el consumo final energético tendrá una buena repercusión, y por lo tanto se verá reflejado en la economía propia.
Antes que nada, debemos identificar otros agentes que servirían para el impulso de una estrategia energética eficiente, como las empresas que se dedican a mantener en buen estado los sistemas de calefacción y de agua caliente sanitaria, los jefes de propietarios en su propia comunidad, administradores o expertos de la gestión de los inmuebles para su óptima conservación y buen funcionamiento, y los distintos profesionales en áreas energéticas, entre otros.
¿Cuáles son las características de un edificio en su consumo energético?
Son múltiples rasgos que inciden o afectan el funcionar de un edificio en cuanto a su gasto de energía, como las condiciones climatológicas del exterior, la ubicación, la geografía del lugar, los materiales con el que está hecho el edificio, color de la pintura de muros exteriores, forma del emplazamiento, volumen de la construcción, distribución del espacio, tipo y tamaño de las ventanas o domos, aislamientos, entre otros. Todo esto influye de manera directa o indirecta el comportamiento energético y las condiciones térmicas y de comodidad de un edificio. Sin duda son factores que se tienen que contemplar en la planeación de todo proyecto que se llame sustentable, solo así el uso de sistemas calefactores u otros dispositivos será eficiente.
Un sistema de calefacción debe cumplir con cuatro etapas básicas para su correcto funcionamiento:
- Producción central de agua caliente.
- Suministro de agua caliente.
- Transferir el calor a las áreas del edificio o casa.
- Controlar y regular la temperatura de la edificación.
La importancia de la calefacción en la regulación de la temperatura
Es normal que en la actualidad los sistemas calefactores cuenten con una automatización en cuanto a la regulación del calor en edificios. Es esencial que la temperatura ambiente se mantenga adecuadamente y de acuerdo a la demanda de satisfacción de las personas que habitan en determinado lugar, y precisamente los calefactores centrales tienen que trabajar para tal propósito. Para lograr ese objetivo, se tendrá que hacer ajustes de la potencia calorífica, sin embargo hacerlo de forma manual, podría caer en complicaciones o no ser tan exacto como uno lo pudiera esperar. Es por ello que los reguladores automáticos son la mejor opción para estos casos, ya que ofrecen una eficiencia en el gasto energético, sin perder el confort que se requiere.
Por ejemplo, para regular el sistema calefactor en una casa normal, el regulador electrónico se encarga de medir la temperatura del ambiente y en el exterior, y cuando obtiene los valores hace un cálculo, estableciendo el calor idóneo para el hogar. Por otro lado, la válvula mezcladora puede ajustar la temperatura de salida, cumpliendo con las condiciones térmicas del interior. El suministro debe provenir de la caldera, con lo cual el regulador servirá para prender la bomba cuando se requiera del agua caliente para los calefactores. Obviamente si trasladamos esto a la instalación para un edificio grande, probablemente requiera una regulación por medio de un control digital.