Los boilers de paso y los ejemplares con tanque de marcas reconocidas se fabrican para soportar condiciones extremas, pero pueden resultar afectados si no se controlan algunos factores, como la calidad del agua, que es perjudicial si tiene altos niveles de dureza y causa muchos dolores de cabeza para los usuarios de calentadores. En esta publicación, les diremos en qué consiste el agua dura, sus tipos, sus impactos en los calentadores y la forma en que pueden solucionarla.
El agua dura y sus efectos en los calentadores
Cuando una persona compra o instala boilers de paso o con tanque, considera varios aspectos, como el tipo de energético que usa, las ventajas particulares de cada uno, la marca, su capacidad, entre otras, pero casi nunca se considera la calidad del agua. Es importante considerarla, ya que, si hay altos niveles de dureza, se convertirá en uno de los principales enemigos de su instalación.
Si la calidad del agua no se considera desde el momento en que se compran los calentadores eléctricos o de gas, ocurrirán varios problemas, cuya solución requiere mucho dinero y puede interferir en las aplicaciones industriales o comerciales.
Pero ¿qué es la dureza del agua? Se trata de la concentración de compuestos minerales en un volumen específico de agua, especialmente calcio y magnesio. Cuando la concentración es alta, el líquido es considerado como «agua dura» y es importante tratarla, ya que causa depósitos e incrustaciones de sales en tuberías y varios componentes internos de los sistemas de calentamiento de agua.
Hay varios tipos de agua dura según los minerales contenidos y el nivel de concentración de partes por millón:
- Agua con baja dureza. Contiene magnesio y calcio y su concentración es menor que 50 partes por millón.
- Agua con dureza media. Contiene magnesio, calcio, nitrato y sulfato y su concentración oscila entre 50 a 100 partes por millón.
- Agua con dureza total. Contiene las sales mencionadas y su concentración va de 150 a 200 partes por millón.
Las sales acumuladas suelen obstruir el paso del líquido a través de los boilers de paso o calentadores de depósito. Esto limita su capacidad de calentar y suministrar agua y puede causar deformaciones serias que es imposible revertir e impedirán su funcionamiento adecuado hasta quedar completamente obsoletos, sin cumplir la vida útil estimada por los fabricantes.
Las empresas fabricantes diseñan los calentadores para que operen bien con durezas menores que 180 partes por millón. En caso de que este nivel de concentración sea superado, se dañarán los intercambiadores y ocurrirán problemas en los calentadores de paso y, en el caso de los ejemplares con depósito, se dañará el tanque. En varias situaciones, esto causará una pérdida total del equipo o el reemplazo de piezas caras, como los mencionados intercambiadores.
Los calentadores de condensación son los que resultan más perjudicados, ya que no disponen de intercambiadores de calor que usan tuberías de menores diámetros, aunque cualquier tipo puede resultar afectado.
Soluciones para la dureza del agua
Desafortunadamente, la necesidad de analizar la dureza del agua y los daños que pueden ocurrir si hay altas concentraciones no es algo que comuniquen abiertamente los fabricantes. Suelen mencionarlo en las garantías, pero en letras pequeñas. Indican que el equipo tiene que operar si el agua tiene cierto nivel de dureza y, si se sobrepasa el límite, los daños en el calentador no serán cubiertos por la garantía.
Lo anterior revela la importancia de medir la dureza del agua en la instalación de calentadores y verificar que se encuentre debajo del límite permitido por el equipo. Esto puede requerir la ayuda de expertos, ya que deben aplicarse cálculos complejos, la unidad de medida de los grados hidrométricos franceses y la escala de Merkle.
Una vez determinado el nivel de concentración, pueden aplicarse las siguientes soluciones basadas en procesos químicos para ablandar el agua:
- Una opción es diluir las sales e incrustaciones mediante la adición de ácidos débiles (como el ácido cítrico o el ácido acético) en el tanque donde se almacena el agua.
- El carbonato de calcio puede eliminarse si se añade carbonato sódico al agua. Esto causará una reacción que eliminará las incrustaciones y sedimentos.
- Las resinas para el intercambio iónico igual descalcifican. Su aplicación reemplaza los iones de magnesio y calcio por los iones de sodio. Encontrarán dos tipos de resinas intercambiadoras de iones: resinas aniónicas y catiónicas.
La aplicación de estos métodos requiere la asesoría de un experto para evitar cualquier error que tenga impactos perjudiciales en el proceso de ablandamiento del agua. Si necesitan un equipo de calidad y con excelente resistencia a los efectos del agua dura, adquieran un ejemplar del catálogo de H2OTEK. Tenemos varios tipos que se adecuarán a sus necesidades de agua caliente. Pidan más información al (800 9426 835), llenen nuestro formulario o envíen un correo electrónico a la dirección info@h2otek.com para clientes nacionales.