No hay nada como llegar a tu casa y percibir al instante esa sensación térmica que alivia tu cuerpo después de haber estado en el exterior con un clima frío. Ya sea con calefactores, aire acondicionado o incluso Mini Split, podemos gozar del clima interior que más nos convenga, tanto en la comodidad de nuestro hogar como en la oficina.
Es de gran importancia saber que así como anhelamos el buen funcionamiento de nuestra calefacción a plenitud, también debemos entender lo que implica que trabaje bien. Un buen mantenimiento más una adecuada limpieza de nuestro sistema, asegurará un óptimo funcionar de los radiadores, además de que prolongará la vida de uso de los mismos.
El sistema calefactor precisa de varios cuidados, que va desde lo simple hasta lo complicado. Por ejemplo, cambios de filtros, éstos no suelen ser difíciles de cambiar; uno mismo podría hacerlo. Por otro lado también se podría necesitar hacer cambio de bomba para condensado o reponer abrazaderas, en ese sentido, lo mejor sería llamar al técnico especializado.
La limpieza de una calefacción es esencial para que funcione correctamente todos los días del año, por ello vamos a dar unos consejos y recomendaciones de cómo hacerlo.
Limpieza y purgado de los calefactores o radiadores
1.- En primer lugar, tendremos que desconectar toda conexión eléctrica del sistema, así como la alimentación que va hasta la caldera, esto se puede hacer con el simple bloqueo de la válvula del mismo boiler.
2.- Ahora procederemos a abrir las válvulas de cada calefactor y si los abrimos todos, mejor, ya que la purga será mucho más rápida. Para no llenar de agua nuestra habitación, se aconseja conectar una manguera que vaya directo hacia afuera o en su defecto, colocar una cubeta justo por debajo de las válvulas. Es importante checar cómo sale el agua; si ésta sale grisácea clara, significa que todo está bien. Si el agua del purgado sale negra, significa que hay una acumulación de lodos, lo cual sabemos no es nada bueno, y si además se presenta un color cobrizo, es probable que haya oxidación o corrosión desde la misma caldera.
- Si la caldera o el tanque de alimentación muestra problemas en la distribución del agua, entonces lo más sensato es hacer un tratamiento especial contra la dureza del agua. Existen varios tratamientos químicos que se pueden añadir a los sistemas de caldeamiento centrales, que servirán para disolver las incrustaciones y durezas.
- Ahora debemos pasar al lavado interno, que es lo que se ejecuta inmediatamente después del purgado. Esto es esencial para eliminar toda presencia de calcificación en el sistema, no hay momento más preciso que éste. Si la cal es demasiada o muy dura, llame a un experto en calefacción para que dé un diagnóstico del problema y puede otorgar otra solución para una limpia efectiva de la red calefactora.
- Ahora procedemos a abrir las válvulas o conexiones de la caldera hacia los radiadores, los cuales tenemos que poner a funcionar de manera inmediata. Lo recomendable es dejar abiertos los radiadores por al menos una semana. Luego realizamos el drenado del sistema una vez más para asegurarnos de que el agua saliente sea lo más clara posible. De no ser así, puede que el problema que tengamos en nuestra calefacción o aire acondicionado sea más profundo de lo que creíamos, por lo que tendremos que llamar a un profesional en el tema. Incluso la tubería de la casa podría tener alguna cuestión que arreglar.
- Luego rellenamos otra vez el tanque, en ese sentido podríamos adicionar un inhibidor de escala. Si notamos que hay aire, entonces tendremos que abrir de nuevo las válvulas para dejarlo escapar.