Recomendaciones básicas para humidificar la casa u oficina en el seco invierno
Los climas invernales y secos son muy molestos para la salud humana. Se corre el riesgo de sufrir afecciones respiratorias y cuando queremos mitigar las bajas temperaturas, pudiera resultar que el calefactor reseque aún más
el ambiente, y esto sin duda lo percibirán las personas que son especialmente sensibles a estos cambios térmicos, donde la humedad forma parte inherente e importante.
Uso de humidificador con calefacción
Si la vivienda u oficina cuenta con sistema calefactor central, entonces se supone que debería tener la opción de humidificación, al menos los más actualizados. De no ser así, hay que auxiliarse con un experto para ver si es factible adaptar un sistema de humidificadores en los ductos del sistema central, o en su defecto, conectarlo a la corriente alterna para que funcione a la par que el aire acondicionado o en este caso, el equipo calefactor.
Si usted ha instalado un sistema de climatización convencional o mejor aún, un Mini Split Inverter con modalidad frío y calor, entonces se supondría que ya viene con la modalidad de humidificación y deshumidificación, para equilibrar los niveles de saturación atmosférica, según las condiciones climáticas internas y externas. De no ser así, quizás, instalar un humidificador ultrasónico en las cercanías del climatizador sea buena idea. Esto es recomendable
para espacios medianos o grandes.
Por otro lado, si el espacio que desea calentar y humidificar es pequeño, entonces solo bastaría con algún mecanismo de humidificación portátil, para ponerlo arriba de alguna mesa o taburete.
Colocar recipientes de agua cerca de radiadores y calefacción en general
Tal vez sea buena idea colocar recipientes con agua en las cercanías de un calefactor, y más si este es potente. Solo hay que tener cuidado de no ubicar tales cuencos tan cerca de las fuentes, ni por encima, para no tener accidentes con los objetos eléctricos. A menos que sea un radiador confiable y sellado en sus partes eléctricas.
Esto mismo podría hacerse con los purificadores de aire, si es que contamos con uno en casa. Poniendo mucha atención a las indicaciones del fabricante en cuanto a su resistencia de exposición al calor.
Colocar floreros y macetas cerca de calefacción para calentar y humidificar la casa
Estos elementos son muy buenos para propagar una humidificación a lo largo de una estancia, pudiendo ser excelentes auxiliares para los sistemas humidificadores.
En el caso de los floreros, los podemos decorar como se nos plazca, para que se fusione con el ambiente hogareño. Solo hay que asegurarnos de tenerlos siempre con agua, y cambiársela cada tanto, para que permee la frescura. Asimismo, hay que ver qué clase de flores o plantas no solo harán ver bonita a nuestra habitación, sino cuáles son las más ideales para que ayuden a una humidificación homogénea de nuestros espacios.
Por otro lado, la colocación de macetas en lugares estratégicos de la casa o lugar de trabajo, nos permitirán colocarles plantas purificadoras de aire, que nos ayuden a tener un ambiente mucho más fresco. Como ejemplo están la lengua de tigre o de vaca, entre muchos tipos más. Solo hay que estar al tanto de sus cuidados. Lo mismo que con los recipientes con agua, no hay que ubicarlos pegados a los radiadores, solo en sus cercanías, a menos que sea un equipo con la modalidad de mueble, al cual se le puedan colocar objetos encima.
Calefacción con fuente de agua en interior de la casa
Haciendo un buen análisis de nuestro espacio, podríamos adecuar una fuente de agua interior, que será perfecto para refrescar durante el verano, y que igualmente le podemos sacar mucho provecho en invierno, al colocarle cerca un calefactor portátil o con el mismo sistema de ductos, para un confort cálido y húmedo.
Otro método que probablemente no sea tan convencional, es el de rociar un poco de agua en objetos dentro de la propia casa, claro sabiendo de antemano, que no resultarán afectados por el efecto de mojado. Otra opción es tender ropa recién lavada dentro de una habitación, para que la humidifique (al menos durante un tiempo), mientras que esta misma se seca por el accionar del calefactor.