Los diferentes compuestos que se usan para hacer tratamiento de boiler son en verdad muy necesarios para mantener un nivel de pH y acidez controlados, ya que solo así será posible evitar la formación de espumas u otras cuestiones corrosivas que pongan en riesgo los metales de nuestro sistema de caldeamiento, que a la vez derive en un malfuncionamiento del mismo.
La corrosión es latente en todo momento. Por ejemplo, el sistema de retorno de condensados es empleado para ahorrar combustible en el trabajo del sistema de boiler. Definitivamente esto es muy útil para poder obtener el máximo ahorro posible, sin embargo se debe considerar los efectos que esto supone para nuestras tuberías y tanque en un plazo determinado. El tratamiento de caldera es prioridad en todo momento.
El efecto de los depósitos de sílice en el boiler.
Los depósitos de sílice son los más difíciles de eliminar y uno de los minerales disueltos más peligrosos para cualquier sistema de calderas. ¿Qué es lo que hace tan peligroso a la sílice? Esencialmente esta incrustación provoca bloqueos de transferencia térmica, lo que lleva a chamuscar la tubería del sistema de caldeamiento; esto definitivamente es muy peligroso, ya que podrían suceder accidentes que atenten contra la salud de las personas. Además, es capaz de incidir directamente en los álabes de las turbinas, haciendo deficiente su funcionamiento, y que a su vez desemboca en un malfuncionamiento del rotor; eso llevará a la necesidad de parar la labor del sistema, lo que obviamente nos costará mucho dinero. Como se puede observar, tener problemas de incrustaciones de sílice induce a una cadena de problemas, como un efecto dominó que finaliza con elevados costos correctivos o hasta un accidente de trabajo.
La sílice posee la capacidad de transportarse muy fácilmente a través del vapor, por ello, es trascendental eliminar cualquier indicio de aparición de la misma; el control de concentración de sílice se realiza por análisis automático.
Existen parámetros para medir y analizar los límites de impurezas que son permitidos en el agua de alimentación y del sistema de caldeamiento en general, de acuerdo a las presiones de trabajo recomendadas. Por ejemplo, vamos a tomar las recomendaciones de la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos (ASME en inglés):
Presión de caldera | Ppm de sílice como SiO2 (límites) |
0 – 300 | 75 – 50 |
301 – 450 | 50 – 40 |
451 – 600 | 45 – 35 |
601 – 75 | 35 – 25 |
751 – 900 | 20 – 8 |
901 – 1000 | 10 – 5 |
1001 – 15 00 | 5 – 2 |
1501 – 2000 | 3 – 0,8 |
2001 – 2500 | 0,4 – 0,2 |
2501 – 3000 | 0,2 – 0,1 |
Asimismo existen varios comités que se dedican a guiar a aquellos que manejan sistemas de caldeamiento, o simplemente para analizar la calidad del agua que debe haber en cada una de las redes de boiler.
La función del afino de condensado en sistemas de caldeamiento
En cualquier central de boiler, es necesario erradicar toda clase de sólidos, de manera externa e interna. Precisamente el afino de condensado es el proceso por el cual podemos disolver aquellos sólidos disueltos en los sistemas de condensado, así como cualquier rastro de suciedad. De forma externa se emplean los filtros de pre capa y el lecho mixto para desmineralización de incrustaciones. De forma interna, recurrimos a los efectivos tratamientos químicos para eliminar cualquier amenaza de corrosión en tuberías y tanques; debemos recordar que la corrosión la provocan el dióxido de carbono y el oxígeno. Tales químicos poseen aminas neutralizadoras y aminas de película (en un artículo posterior hablaremos de eso). También se usa el amoniaco o la misma hidracina.
Mantener un control de los depósitos de sílice es fundamental para salvaguardar nuestros sistemas de boiler y sus elementos como tanques, condensados y tuberías. En un artículo posterior hablaremos de las aminas para eliminación de incrustaciones y otras cuestiones que envuelven el tema de las calderas.