En el hemisferio norte de nuestro planeta el invierno comprende los meses de diciembre a marzo, por lo que debemos estar listos en la entrada de climas gélidos, que para bien o para mal, altera nuestro cuerpo y sistema; lo importante es mantener nuestra temperatura corporal en condiciones equilibradas, para no sufrir enfermedades respiratorias, que sin duda son las que más preponderan en estos meses fríos.
Ahora, es verdad que exista la probabilidad de que en el resto del año no hayamos tenido la necesidad de usar nuestra calefacción, por el calor que permea desde marzo a septiembre, por lo que no es raro que tengamos que hacer un ajuste para que el funcionamiento no se vea en riesgo.
Verificar la presión de nuestra caldera para el sistema calefactor
El sistema de caldeamiento es esencial para que nuestros dispositivos calefactores empiecen a funcionar correctamente, para ello tendremos que probar nuestro calentador, y sincronizarlo con la red calefactora. Solo se pone en funcionamiento al mínimo de trabajo, checando siempre los niveles de presión que se van marcando, es bueno que marque entre 1.5 y 5 barias, y de ser menor que 1.5, entonces se deberá emplear una llave de corte (del boiler) para rellenar con agua el circuito del mismo; una vez que lleguemos a la presión adecuada, solo hay que cerrar la válvula. La presión que se necesita para el funcionamiento del calefactor también depende mucho de las instrucciones específicas del fabricante, hay que tener cuidado con ese detalle.
Verificar y purgar los radiadores del sistema de calefacción
Es normal que tras un cierto tiempo de estar parado el sistema, los radiadores se ensucien de polvo u otras cuestiones, por lo que hay que limpiarlos a conciencia, por dentro y por fuera de los mismos. También es posible que se pudieran presentar fugas, de ser así hay que repararlas uno mismo o llamar al fontanero.
La purgación de los radiadores puede ser algo molesto, pero muy necesario. ¿Cómo diagnosticarlo? Es muy sencillo, una vez que el radiador alcance una cierta temperatura, lo que vamos a hacer es poner nuestra manos a los lados para corroborar que no hay ningún problema con el dispositivo, si por alguna razón encontramos que en el lado donde está el purgador existe una temperatura más fría que el otro lateral, entonces tendremos que purgar el sistema.
¿Cómo purgar el radiador?
Tenemos que abrir la llave o tornillo que está en la parte del centro del radiador, con el objetivo de que todo el aire acumulado se escape, al igual que las gotas de agua que están atoradas. Ya cuando veamos un chorro de agua salirse, entonces cerramos el purgador; no olvide de poner un recipiente en el suelo para recibir el agua purgada.
Ahora deberemos checar nuevamente la presión de nuestra caldera, y es que a veces se puede dar el caso de que los radiadores pierdan presión, si al observar el manómetro se da esa situación, tendremos que llenar el radiador; es importante no olvidar que la presión esté lo más cerca de los 1.5 bar. Por otro lado si aumenta la presión por el efecto de calentamiento del circuito de calefacción, más o menos por encima de los 2.5 bar, tendremos que vaciar un poco el circuito.
Una vez que hayamos detectado y resuelto los detalles antes mencionados, entonces estamos listos para disfrutar nuestra calefacción en la comodidad de nuestro hogar. Como último consejo, lo mejor es operar la temperatura de manera equilibrada, que se sitúe entre los 70 y 75 grados Celsius, ya que así podremos ahorrar energía en el uso de los sistemas calefactores, que a la larga beneficia nuestra economía y permite un retraso en el envejecimiento de los dispositivos y sus piezas como tal.
