Existen numerosos factores a considerar al elegir el sistema de calefacción para el hogar u oficina que es mejor para usted, tales como la seguridad, la salud, eficiencia, costo, confiabilidad, versatilidad e impacto ambiental entre otras.
En nuestra visión general del proceso de selección, vamos a considerar las formas más comunes de calefacción disponibles en la actualidad, entre ellas la electricidad, gas, gasoil, y la leña.
Para determinar cual es la mejor forma de calefaccionar su vivienda debe tener en cuenta las ventajas y desventajas de cada tipo de sistemas de calefacción.
Ventajas y desventajas de un sistema de calefacción para el hogar u oficina
Calefacción con Gasoil
Los sistemas de combustible de petróleo son particularmente costosos. Necesitan amplios espacios de almacenajes de materiales altamente combustibles, además de mucha mano de obra. Provisión permanente del insumo.
Calefacción con Leña
Los hogares a leña crean un ambiente maravilloso pero son difíciles de limpiar y requieren mucha atención para mantenerlos funcionando. Emiten hollín, dañino para las vías respiratorias, además de quemar oxígeno. Requieren permanente provisión del insumo.
Calefacción a Gas
la calefacción a gas es usada ya que el gas es el más barato de todos los combustibles, hay aspectos de seguridad a considerar. La emanación de las estufas de gas son altamente peligrosas requiriendo una instalación apropiada y frecuentes controles para evitar accidentes tales cómo la intoxicación por monóxido de carbono, explosiones, incendios y otros. Además todos los ambientes necesitan una ventilación apropiada porque consumen oxígeno.
Calefacción con Electricidad
la calefacción con electricidad es la forma más común de calefacción en la actualidad. Los equipos de calefacción eléctrica son muy versátiles y puede colocarse en cualquier lugar – en el ático, sótano, o en cualquier habitación que usted elija. La electricidad es la forma de calefacción más segura y más limpia disponible actualmente. No se necesita llenar tanques, no cabe la posibilidad de explosión, y usted sólo paga por la electricidad que ha utilizado.