Evite ausentismo laboral
El invierno en México comprende de los meses de noviembre a febrero, dependiendo de la zona en la cual se esté viviendo. Cuando los climas gélidos aparecen, surgen altas probabilidades de enfermedades respiratorias, que pueden llegar a arruinar planes personales, laborales o de cualquier otra índole.
Para mantener una temperatura constante en el cuerpo humano se necesita estar en ambientes angostos, y en estos entornos no deben existir variaciones climáticas importantes. Nuestro rango de temperatura corporal va desde los 35° hasta los 41°, si se rebasan esos límites las consecuencias fisiológicas pueden llegar a ser catastróficas. El uso de la calefacción en el entorno laboral ayuda a mantener el calor corporal en su óptimo estado.
Ante la inminente llegada de las temporadas invernales es importante acudir a las siguientes sugerencias:
1. Abrigarse de manera adecuada.
2. Evitar cambios bruscos de temperatura.
3. Acelerar el metabolismo mediante el trabajo o la digestión.
4. Alimentarse de alimentos ricos en vitamina C.
5. Ante cualquier síntoma de enfermedad acudir al médico de tu preferencia.
Otra forma de que se genere calor en el cuerpo humano es por la radiación que se produce en los objetos que nos rodean, por eso cuando se está en un ambiente laboral ya sean oficinas, almacenes o cualquier otro comercio es primordial pensar en la salud de los empleados. En temporadas de frío es normal que se presente mucho el ausentismo laboral por enfermedades respiratorias. Esto sin duda repercutirá enormemente en el rendimiento propio del personal y en la productividad que se verá reflejada en las finanzas de la empresa.
Una de las principales causas de la rotación de personal es por enfermedad, que se incrementa en períodos invernales; eso trae consecuencias que perjudican la organización y los procesos laborales, que posteriormente, se derivan en pérdidas monetarias.
Para que exista un buen clima en el entorno laboral hay que tener un control de temperatura exacto, sobre todo en las temporadas de invierno. Si la temperatura en un determinado local, negocio o nave industrial son inferiores a los 10°, existe un riesgo que probablemente atentará contra la salud humana.
Una temperatura no adecuada puede producir catarro, incomodidad y molestia en los trabajadores, dañando el bienestar. El proceso para contrarrestar estos inconvenientes son los siguientes:
1.- Combatir los riesgos que se presentan desde su origen. Por ejemplo: observar detenidamente por dónde pudiera estarse filtrando una corriente de aire.
2.- Darle seguimiento a la solución presentada. Si continúa el problema, entonces verificar que se haya ejecutado correctamente la solución, de lo contrario, seguir buscando hasta encontrar un modo de revertir la situación.
3.- Admitir medidas que beneficien la colectividad más que la individualidad. Por ejemplo: si un trabajador se siente cómodo con una ventana abierta a pesar del clima frío, pero llega a afectar a un grupo de trabajadores, entonces la mejor opción será la de adoptar un concepto de negociación/mediación para que todo el equipo llegue a una conclusión favorable para todos.
Si las oficinas no tienen un adecuado sistema de calefacción, entonces deberá de instalar uno, ya que la salud plena de los subordinados es la más importante, el capital humano es un pilar fundamental del sostenimiento económico de una empresa o negocio; también se podrá evitar futuras sanciones económicas por parte del gobierno.
Como se mencionó anteriormente, una de las principales causas de la rotación de personal es por enfermedad, que se incrementa en períodos invernales; eso trae consecuencias que perjudican el balance organizacional empresarial, en la que los tiempos de productividad se alargarán demasiado.
Conservar el calor en tu comercio, almacén o bodega es determinante en las temporadas de frío, porque se tratan de lugares muy espaciados, en los que constantemente se tiene que sostener una temperatura adecuada.
El uso de calefactores eficientes ya sean eléctricos o de gas son una gran opción, ya que mantendrá una temperatura estable, la cual podrás controlar acorde a las necesidades de tus empleados. El calefactor ideal es aquél que tiene una construcción robusta, con una carcasa resistente y de gran calidad; deberá tener una cobertura amplia y que no gaste mucha energía.